Historias de terror de la privacidad online. Descubre 4 historias de terror de 2022

Estás sentado en tu casa, saboreando tu café matutino, mirando las noticias, y de repente ves tu nombre en uno de los titulares.

Al parecer, alguien ha accedido a tus datos de localización desde una de las aplicaciones de tu teléfono y ha publicado un artículo en el que se desvela tu ser más profundo y oscuro secreto. Algunas celebridades han sido víctimas de un caso similar cuando un grupo de hackers ofrecieron en un foro la posibilidad de obtener el contacto de una celebridad por el mismo precio de dos cafés.

¿A quién no le gustan las historias de terror? A continuación, te traemos historias cortas de terror sobre la privacidad.

Los datos personales como arma

Esto puede sonar inverosímil o incluso imposible, pero este tipo de cosas ocurren más de lo que imaginas. El ejemplo más famoso (hasta ahora) es el del verano pasado, con una publicación de noticias centrada en el catolicismo, The Pillar.

The Pillar contrató a una empresa de datos independiente para que accediera a los datos de localización del teléfono de monseñor Jeffrey Burrill, secretario general de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB), a través de la aplicación Grindr, para "correlacionar" y confirmar sus frecuentes visitas a bares y clubes nocturnos gay. El escándalo resultante acabó con la dimisión de Burrill.

Aunque es chocante, este tipo de objetivos maliciosos no son infrecuentes. Todos sabemos que las empresas comparten nuestros datos con las agencias gubernamentales y sabemos que muchas empresas no valoran nuestra seguridad digital, pero ¿hasta dónde llegarán? ¿Y qué podemos hacer nosotros, los ciudadanos, para protegernos?

"Zoombombing"

Zoom, la aplicación de videoconferencias favorita de todo el mundo tras la pandemia, fue objeto de una demanda colectiva la pasada primavera por exagerar y no revelar sus problemas de privacidad.

La empresa fue acusada de no revelar que su servicio no está cifrado de extremo a extremo y que compartía datos personales con otras empresas como Facebook, Google y LinkedIn. Y no sólo eso, sino que el servicio estaba luchando contra el problema de los hackers no invitados que se unían a las llamadas privadas y a las videollamadas, lo que se conoce como" zoombombing".

La mayoría de las empresas se vieron obligadas, en cierta medida, a conectarse a Internet debido a la pandemia. Imagina que eres uno de los muchos trabajadores que se comunican a través de Zoom y, de repente, algún desconocido se cuela en tu reunión.

Pueden ver y escuchar todo. En las reuniones más grandes, estos "zoombers" pueden incluso pasar completamente desapercibidos. La información que compartes está abierta al mundo.

Al final, Zoom llegó a un acuerdo en un pleito preliminar, pagando finalmente 85 millones de dólares por daños y perjuicios.

Pegasus

Pegasus parece algo sacado de una película de espías, pero lo cierto es que existe y debutó en el mundo a mediados de 2021. Pegasus es un software de vigilancia o spyware, creado por la empresa privada israelí NSO Group. El programa fue desarrollado inicialmente para ser comercializado a clientes gubernamentales.

El software tiene la capacidad de convertir cualquier teléfono, iOS o Android, sin que el usuario se dé cuenta, en un dispositivo de vigilancia las 24 horas del día. Las primeras versiones del programa espía infectan los teléfonos a través de lo que se denomina spear-phishing, es decir, mediante mensajes de texto o correos electrónicos que engañan al destinatario para que haga clic en un enlace malicioso.

Pegasus tiene la capacidad de filmar a través de la cámara del teléfono de un objetivo, activar los micrófonos del teléfono y grabar las conversaciones, leer y copiar mensajes, y recoger y guardar fotos. Lo que más preocupa de Pegasus es quién lo utiliza y a quién se dirige.

Muchos medios informan de que Pegasus ha sido utilizado por los gobiernos para atacar a activistas. La cantidad de infracciones que se siguen denunciando como resultado de Pegasus es asombrosa. Menuda historia de terror!

¿Hackear con buenas intenciones?

No todos los hackers son iguales. En realidad, los hackers y los ciberdelincuentes tienen diversas motivaciones. No todos son malintencionados, pero todos violan el derecho a la intimidad, aunque el fin justifique los medios. Hackear es hackear.

A lo largo de 2021, una ola de "hacktivismo" se ha extendido por las organizaciones de extrema derecha y las plataformas online. Anonymous, un grupo de los llamados "hackers éticos" comprometió a Epik, una plataforma web que alojaba sitios web mantenidos por grupos como Proud Boys y QAnon. Como resultado de un ciberataque del 13 de septiembre, se filtraron alrededor de 15 millones de nombres, números de teléfono y direcciones de correo electrónico.

Tras el ataque del 6 de enero al Capital, numerosos grupos de derecha han sido hackeados.

Gran parte de la información robada se ha compartido con los medios de comunicación y los lugares de trabajo de los individuos. Algunos de los individuos atacados han perdido incluso sus empleos debido a la exposición de ciertos comentarios o publicaciones.

El estado actual de la privacidad en Internet

Estas son sólo algunas de las principales historias de terror de privacidad en Internet de 2021, pero son sólo la punta del iceberg. 2021 fue un año récord en cuanto a violaciones de datos.

Según la investigación del Centro de Recursos para los Robos de Identidad (ITRC), el número total de violaciones de datos hasta finales de septiembre ya había superado el número total de hallado en 2020 en un 17%. El equipo de investigación de Cyber Risk Analytics declaró que al menos 18.800 millones de registros fueron expuestos en el transcurso de 2021.

Los ataques cibernéticos y en línea están aquí para quedarse, y se pueden esperar muchas más malas noticias a lo largo de 2022. La forma en que los gobiernos, las empresas y los ciudadanos privados respondan a los numerosos retos de privacidad a los que nos enfrentamos tendrá un impacto en el paisaje virtual para siempre.

Internet puede ser un lugar de locos. Sólo si se aplican estrategias seguras al usar internet y se opta por cifrar la información sensible con Internxt, el individuo tendrá una oportunidad de mantener su privacidad firmemente en sus manos.

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