13 estrategias para proteger tus datos en internet de manera fácil y segura
No vamos a ocultar la realidad, las empresas y los gobiernos recogen tus datos, los almacenan y los guardan con finalidades que les benefician. Triste pero cierto.
A medida que se populariza el teletrabajo y muchos puestos de trabajo dejan las oficinas, ya no solo tenemos en cuenta la velocidad de Internet en nuestras casas. Si no que es importante dar prioridad a nuestra privacidad personal en la red. Con cada nueva aplicación, dispositivo al que accedemos y nueva cuenta que creamos, ponemos más datos en riesgo.
Podemos recibir desde ataques de phishing o no saber quién me llama y caer en llamadas fraudulentas. Incluso si pudieras hacer un seguimiento de todos y cada uno de los lugares en los que introduces datos, seguirías teniendo muy poco control sobre el uso que se hace de ellos y dónde pueden acabar.
Entonces, ¿qué se puede hacer al respecto? No mucho, al menos, a posteriori.
Sin embargo, hay muchas medidas que puedes tomar para limitar este riesgo y minimizar tu huella digital.
1. Piensa antes de compartir
Todo lo que publiques en Internet estará ahí para siempre. Sé que lo sabes.
Las cosas van muy rápido en Internet. Tal vez publicaste un comentario furioso en Youtube sobre las últimas elecciones. Tal vez hiciste un meme inapropiado en 2007. Tal vez escribiste un artículo en un blog para esa persona que odiabas, del que ahora te arrepientes. Pues bien, qué pena. Ahora sigue ahí y no hay nada que puedas hacer al respecto.
Si vas más despacio y te preguntas "¿debo publicar esto?" antes de publicar nada en internet, te ahorrarás muchos dolores de cabeza en el futuro. Lo mismo ocurre con la información sensible. Asegúrate de que el receptor de tus datos es de confianza, responsable y transparente con sus políticas de privacidad y datos.
2. Vigila dónde haces clic
Los enlaces son una locura, un salto a ciegas. ¿Sabes realmente a dónde te van a llevar? Todos nos lanzamos de cabeza esperando encontrar lo que sea que estemos buscando. Ten cuidado porque las caídas virtuales duelen igual.
Un enlace no es más que un simple mecanismo para que los datos lleguen a tu dispositivo, al hacer clic en cualquier lugar puedes acabar con datos que no querías en tu ordenador o teléfono, como un malware.
Si un enlace, un anuncio o una imagen parece poco convincente, probablemente sea algo de lo que debas alejarte. De hecho, hay varias páginsa web que pueden ayudarte a determinar si el enlace es fiable o no. También puedes usar un escáner de virus online para que tus archivos esten seguros.
3. No caigas en el phishing
Si no reconoces el nombre, la dirección de correo electrónico o el número de teléfono de alguien que se pone en contacto contigo para pedirte información, ¡NO respondas! Eso es todo.
¿Qué es el phishing? El phishing es un tipo de ciberdelincuencia que se dirige a las personas a través del correo electrónico, el teléfono o los mensajes de texto. El delincuente suele hacerse pasar por alguien que representa a una institución legítima para engañar a las personas y hacer que proporcionen información confidencial, como el número de la seguridad social, fechas de nacimiento, datos bancarios, tarjetas de crédito, o contraseñas.
Esa información recopilada se utiliza para acceder a cuentas importantes y, a partir de ahí, la víctima no puede hacer mucho más que ver cómo le roban la identidad o vacían sus cuentas bancarias. Ten cuidado con el phising, puede ser muy peligroso.
4. Usa el modo incógnito siempre
O el modo privado que tenga tu navegador preferido. Te recomendamos Brave o DuckDuckGo.
Aunque el modo privado no ocultará todo lo que busques y visites en Internet, tu ordenador al menos no guardará el historial de navegación, las cookies o los archivos temporales de Internet. Así que si dejas tu ordenador en la cafetería y alguien se pone a curiosear, estás cubierto.
Aun así, tu proveedor de servicios de Internet (ISP) aun puede ver (y compartir) tu fecha de navegación. Además, tu jefe puede buscar en tu historial si estás usando un ordenador del trabajo o si estás conectado al wifi de la empresa.
5. VPN
Si lo que quieres es un anonimato total en Internet, es hora de invertir en una Red Privada Virtual (VPN) de calidad. Una VPN, en pocas palabras, enmascara tu dirección IP haciendo que tu huella virtual sea casi imposible de rastrear.
Las VPNs son muy recomendables cuando se utiliza una red wifi pública y también te darán una capa adicional de seguridad frente a los ciberdelincuentes. Hay un montón de VPNs gratuitas decentes por ahí, pero si pasas mucho tiempo en internet, te recomendamos invertir en una de ellas.
6. Contraseñas seguras
Cambiar tus contraseñas es el cambio más fácil y efectivo que puedes hacer para protegerte mejor a ti mismo y a tus datos.
¿Qué es una buena contraseña? En primer lugar, es hora de dejarse de contraseñas fáciles o cliché, como "1234" y "mi contraseña" no son suficientes hoy en día. Las contraseñas deben ser bastante largas, con letras mayúsculas y minúsculas, números y algún carácter especial.
En segundo lugar, utiliza diferentes contraseñas para diferentes cuentas y sitios web. Si un pirata informático se hace con tu única contraseña, toda tu vida virtual está perdida. La época en la que una sola contraseña lo gobernaba todo se ha acabado.
En tercer lugar, hazte con un gestor de contraseñas seguras de confianza para controlar todas tus contraseñas. Se acabaron las notas adhesivas con información sensible pegadas a la pantalla de tu portátil, por favor. Existen muchas herramientas para gestionar tus comtraseñas guardadas como un administrador de contraselas.
7. Reduce las aplicaciones
Las aplicaciones móviles tienen un mal historial en lo que respecta a la protección de los datos del usuario y al respeto de su derecho humano básico a la privacidad.
Hoy en día casi todas las aplicaciones recogen algún tipo de datos personales, muchas incluso solicitan acceso a la cámara o al micrófono del dispositivo (imagínate lo que están recogiendo sobre ti).
Tener demasiadas aplicaciones en el teléfono dificulta la gestión de todos los ajustes necesarios para garantizar que no se filtren tus datos. Si no utilizas una aplicación a menudo, elimínala y utiliza el servicio en el navegador de tu teléfono para ser más cuidadoso.
8. Elimine las cuentas viejas
Los cabos sueltos nunca son buenos, y lo mismo ocurre con las cuentas abandonadas y sin usar que flotan por el ciberespacio. Cuando termines de usar un servicio o programa, asegúrate de borrar completamente tus datos e información personal antes de irte.
Si te resulta difícil eliminar tus cuentas, ya que las empresas nunca saben cuándo es suficiente, envía un correo electrónico a su respectivo servicio de atención al cliente para pedir ayuda. Sé firme si intentan persuadirte de que te quedes, las empresas están obligadas legalmente a borrar la información de los usuarios si lo solicitan.
9. Elige tu configuración
Investiga la configuración de privacidad de tu teléfono y navegador la próxima vez que estés en el sofá sin nada que hacer. La mayoría permite el acceso a su información por defecto.
El simple hecho de desactivar los rastreadores y prohibir el acceso a algunas funciones puede ser muy útil para asegurarse de que las aplicaciones y los sitios web no están recopilando datos sobre ti.
10. Actualiza a menudo y sin prejuicios
Muchas actualizaciones de hardware y software contienen algo más que correcciones de errores y nuevas características. Normalmente, las actualizaciones contienen mejoras de seguridad destinadas a hacer que la aplicación o el dispositivo sean más seguros contra los malos de la película.
Las empresas intentan constantemente ir un paso por delante de los hackers implementando nuevas medidas de seguridad con la mayor rapidez y frecuencia posible. Puede que no te guste el diseño del iPhone, pero es mucho, mucho más seguro.
11. Investiga
Asegúrate de investigar un poco antes de entregar tus datos (o tu dinero) a cualquier empresa, aplicación o servicio.
Una rápida revisión de la página de una empresa o un vistazo a la información legal en la parte inferior de su página de inicio puede darte una enorme cantidad de información sobre el tipo de empresa con la que estás tratando.
¿El servicio o la aplicación son gratuitos? ¿Se benefician de tus datos? ¿Ganan dinero con los anuncios? ¿Es una empresa conocida y con buena reputación?
12. Encriptación lo antes posible
La encriptación es un medio para convertir un mensaje de texto normal en un texto codificado.
El texto se encripta mediante una fórmula o algoritmo. Cuando se encripta la información, la probabilidad de que cualquier persona que no sea el receptor o propietario previsto (personas con la clave de encriptación) pueda acceder o desencriptar la información es casi inexistente. Básicamente, el cifrado codifica los datos para que sólo un usuario con una clave de cifrado pueda acceder a ellos y descifrarlos.
Sin embargo, no todas las formas de encriptación son iguales. Algunos tipos son más seguros que otros. El cifrado de extremo a extremo y el AES-256 son algunos de los términos de cifrado en los que debes fijarte a la hora de elegir servicios de cifrado.
13. Contrata servicios de seguridad de confianza
¿Por qué estresarte tanto por tus datos cuando alguien lo puede hacer por ti? No ignores el resto de estos consejos, pero elegir un servicio en la nube de confianza para almacenar y salvaguardar tus datos te quitará el peso de encima y te permitirá relajarte sabiendo que estás protegido.
Y no solo para almacenar datos, debes incorporar en tu día a día herramientas seguras, desde acciones sencillas como usar herramientas para detectar el plagio online al redactar documentos, hasta acciones más específicas para asegurar los datos que compartes entre empleados.
Sin embargo, ten cuidado con las empresas que ofrecen seguridad o almacenamiento seguro gratuitos, hay muchos tipos de almacenamiento en la nube pero: si no estás pagando por un producto, probablemente tú y tus datos seáis el producto.
Internet nunca duerme y, seamos realistas, necesitamos publicar información. Contar con una empresa como Internxt para encriptar y almacenar tus datos garantiza que éstos permanezcan bien protegidos.