Los 8 mejores consejos de seguridad para tu cuenta de Gmail
¿Alguna vez te han hackeado tu cuenta de Gmail? Si no es así, tienes suerte. Pero sucede, 1 de cada 4200 correos electrónicos enviados en 2020 fue una actividad de phishing.
Teniendo en cuenta que se enviaron 306 mil millones de correos electrónicos en el mismo año, significa que la friolera de 72 millones estaban relacionados con el phishing.
Mantener tu Gmail seguro ya no es una petición. No quieres que nadie acceda a tu información personal ni que comprometa conversaciones y archivos importantes de la empresa.
Dicho esto, he aquí nuestros 8 consejos principales para mantener la seguridad de tu Gmail:
Habilita los filtros de spam y las advertencias de phishing de Gmail
Habilitar los filtros de spam y las advertencias de phishing es fundamental porque Gmail no los permite por defecto. Por lo tanto, si no los has habilitado, la seguridad de tu correo electrónico es actualmente vulnerable a los ataques de phishing.
El phishing es un método en el que los atacantes intentan engañar a las personas para que compartan datos sensibles. Para ello, se hacen pasar por empresas legítimas o personas de confianza en sus correos electrónicos.
Estos estafadores suelen aprovecharse del miedo y la ansiedad para conseguir que los destinatarios accedan a sus peticiones. Por ejemplo, alguien puede enviar un correo electrónico fingiendo ser de PayPal diciendo que tu cuenta ha sido violada y pidiendo información personal.
O puede enviar un correo electrónico fingiendo ser su empleador y diciendo que está a punto de perder su trabajo si no sigue unas instrucciones concretas (como hacer clic en un enlace o descargar un archivo).
Para evitar convertirte en una presa, activa los filtros de spam y las advertencias de phishing diseñadas por el gigante tecnológico. Además, comprueba los archivos adjuntos sospechosos con un antivirus de archivos para aumentar la protección contra el phishing.
Compruebe los datos del remitente en sus correos electrónicos
El simple hecho de comprobar el nombre y la dirección de correo electrónico del remitente puede salvarte a ti y a la seguridad de tu correo electrónico del peligro que se avecina.
Un correo electrónico puede ser falsificado para que parezca provenir de una dirección legítima. Pero si pasas el cursor por el nombre del remitente o haces clic en su nombre, puedes ver la dirección real utilizada para enviar el mensaje.
Los correos electrónicos falsos pueden proceder de un remitente de aspecto muy similar, pero no son los mismos. Por ejemplo, si tienes un podcast en particular que te encanta, el podcaster puede enviarte alertas semanales o quincenales de nuevos episodios. Con una presencia menor como ésta, se puede enviar un correo electrónico falso. Usaremos a Joe Rogan como ejemplo.
Los correos electrónicos que suele recibir pueden ser:
"Joe@JoeRogan.com"
Pero los correos electrónicos falsos vendrían de:
"Joe@JoeRogan.co" o "Joe@JoeRogan.net"
Todo depende de cuántos dominios haya comprado el propietario del podcast asociados a su marca.
Además, debe comprobar si el contenido de un correo electrónico es coherente con los correos anteriores de este remitente. El tono podría ser diferente; por ejemplo, un correo personal puede parecer de repente más formal o didáctico de lo habitual. Si hay algo que te hace sospechar de un correo electrónico, no lo abras.
Comprueba también la ortografía y la gramática de un correo electrónico. Se sabe que los robots de spam cometen errores al generar textos que parecen humanos.
Si quieres obtener más datos personales de esos correos electrónicos, puedes utilizar un buscador de correos electrónicos con una función de enriquecimiento de la seguridad del correo electrónico.
Comprobar el historial de acceso
Google recopila datos sobre toda la actividad de tu cuenta. Puedes ver qué dispositivos has utilizado para acceder a Gmail. Esto incluye la ubicación y la hora a la que has accedido a tu cuenta.
Si observas alguna actividad extraña o que te asuste, como los inicios de sesión desde una ubicación geográfica desconocida o desde un dispositivo que no has utilizado nunca, podría ser una señal de que alguien está intentando acceder a tu cuenta sin tu conocimiento.
Si esto ocurre, cambia inmediatamente la contraseña de tus cuentas de Gmail y de Google. Esto evitará que se siga accediendo sin autorización a toda la información almacenada en ambas cuentas.
No reveles información personal en los correos electrónicos
Tu correo electrónico puede contener información sensible como la dirección, el número de la seguridad social, la cuenta bancaria o los datos de la tarjeta de crédito. Pero sólo debes compartir la información con la que te sientas cómodo.
Por ejemplo, proporcionar tu dirección de envío para un pedido online o facilitar una cuenta bancaria para pagos automáticos es correcto.
Utiliza contraseñas seguras
Puede parecer obvio, pero no está de más empezar por lo básico. Lo mejor sería elegir una contraseña segura que no sea fácil de adivinar o descifrar para los demás. Lo mejor es utilizar un gestor de contraseñas que genere y almacene contraseñas difíciles de descifrar.
Las contraseñas largas (al menos 12 caracteres), aleatorias y únicas (que no se utilizan en ningún otro sitio) son bastante más complejas de descifrar que las cortas y conocidas.
Si recordar una contraseña complicada te parece un reto, considera la posibilidad de utilizar una frase de contraseña en lugar de una sola palabra.
Una forma sencilla de crear una contraseña fuerte es encadenar tres o cuatro palabras conocidas como una frase fácil de recordar. No olvides mezclar letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.
Por ejemplo, si tu serie favorita en Netflix es Designated Survivor, tu contraseña puede ser DesiSurv@12345 o algo así.
Además, ten en cuenta que tu nombre o nombre de usuario no debe formar parte de tu contraseña. ¿Por qué? Los nombres de usuario suelen estar disponibles para cualquiera que conozca la dirección de correo electrónico asociada a ellos.
Y tampoco utilices información personal. Si lo haces, podrías abrir una vía a los hackers que tienen acceso a información sobre ti en redes sociales y sitios web como LinkedIn o Facebook.
Por último, asegúrate de cambiar tu contraseña regularmente. La mayoría de los expertos recomiendan cambiar las contraseñas al menos una vez cada 30 días, pero teniendo en cuenta el alto riesgo actual, nunca está de más cambiarlas con más frecuencia.
Proteje tu ordenador con un software antimalware
Un software antimalware proporciona protección en tiempo real contra las amenazas entrantes. Detecta el malware o los virus y los bloquea antes de que puedan colarse a través de los enlaces de las páginas web o los archivos adjuntos de los correos electrónicos.
Una vez que haya marcado los archivos sospechosos, puedes eliminarlos inmediatamente para evitar causar más daños a tu ordenador. También es necesario actualizar el software a medida que salen nuevas versiones.
Utiliza la autenticación de dos factores
La autenticación de dos factores o 2FA es un proceso en el que se te pedirá que inicies sesión con tu contraseña y un segundo dato que sólo tú debes tener.
Esto podría significar introducir un PIN enviado a tu teléfono o escanear una llave de seguridad física para la autenticación. Es un paso adicional que hará más difícil que los hackers entren en tu cuenta, incluso si han robado la contraseña.
Una vez configurado en tu cuenta, tendrás que introducir o darle a cambiar contraseña de gmail y el segundo factor para iniciar sesión. Si no tienes esta información a mano cuando inicies sesión desde un dispositivo no fiable (como un ordenador público), no podrás acceder a tu correo electrónico ni a la configuración de seguridad del mismo.
Para activar la autenticación de dos factores para Gmail, sigue estas instrucciones:
-Visita myaccount.google.com y accede
-Haz clic en "Acceso a Google" en "Acceso y seguridad"
-Haz clic en el botón de verificación en dos pasos en "Contraseña y métodos de acceso"
-Sigue las instrucciones que aparecen en pantalla
Cierra siempre la sesión de Gmail después de utilizarlo
Al cerrar la sesión de Gmail, estás borrando cualquier rastro de tu cuenta de correo electrónico del dispositivo. También es una precaución necesaria si has accedido a Gmail desde un dispositivo público o compartido.
Si hay muchas otras personas en tu casa, es mejor tener una cuenta individual y configurar la verificación en dos pasos para cada cuenta. De este modo, nadie podrá acceder a tus correos electrónicos sin tu contraseña y número de teléfono exclusivos.
Te mereces sentirte seguro al usar tu cuenta, y es más fácil de lo que crees, siempre que tengas un poco de conocimiento.
Asegúrate de que tu contraseña es segura, actualiza las opciones de recuperación y las preguntas de seguridad, y activa la autenticación de dos factores.
Y recuerda: si ves algo sospechoso en tu cuenta, no te asustes. La seguridad del correo electrónico no es una ciencia espacial. Simplemente, usa el correo temporal gratuito de Internxt para evitar problemas!